viernes, 3 de octubre de 2014

Historia de la poesía de La Matanza

HISTORIA DE LA POESÍA DE LA MATANZA
De Almafuerte a la nueva historia



Además de la presencia profunda del poeta Pedro Bonifacio Palacios y de la memoria de los romances criollos dedicados a personajes y motivos de la Matanza rural por el poeta Elías Carpena, en el lapso de estas cercanas cuatro décadas se fue forjando en esa franja del Oeste del conurbano un nutrido horizonte de creadores, con obras que denotan en algunos casos un nivel destacable y que en no pocos ejemplos han traspasado las fronteras de la provincia, con libros editados también en otras ciudades del continente, o cuyos poemas y artículos fueron incluidos en algunas revistas literarias del país, y a los cuales se suma la singularidad de distintas obras en marcha.

Versos e identidad 
Hablar de Pedro Bonifacio Palacios, Almafuerte (1854-1917), nacido en San Justo dos años antes de la propia fundación de esa urbe y, además, referente mayor de la historia de la poesía de la Provincia, resulta una manera natural para comenzar a desbrozar una historia que en las primeras décadas del siglo pasado contó con voces que cantaron a su gente y a sus paisajes.

Ciertamente, Elías Carpena (1897-1988), nativo de Junín y vecino de la suburbana Villa Soldati, dedicó no pocos de sus versos criollistas a personajes y a motivos matanceros, como Romances del pago de La Matanza, o el romance Muerte de Macario Ríos, cuyos horizontes resultan siempre aledaños de las peripecias de la gente humilde y de los rigores de la vida diaria. También Martiniano Leguizamón (1858-1935), llamado a menudo “el escritor de los gauchos”, agudo polemista, dramaturgo y narrador, se contó entre las plumas destacadas de la época. Fue autor de la pieza teatral Calandria (1896) y del libro de versos Alma nativa (1906), entre otras obras, y falleció en su finca “La Norita” de González Catán, donde moraba alternativamente desde 1910.

Asimismo la presencia en los caminos del Partido del dramaturgo Gregorio de Laferrere (1867-1913), miembro de la aristocracia capitalina y autor de exitosas obras teatrales como Jettatore (1904) y Las del barranco (1908), quien solía pasar largas temporadas creativas en la estancia “La Elvira”, en el Km 36, antes de fundar con Pedro Luro y Honorio Luque la localidad de Gregorio de Laferrere, lo cual ocurrió en julio de 1911.

Presencia de Almafuerte 
El poeta Almafuerte bien merece un párrafo aparte, por su notable perdurabilidad en el marco de la poesía argentina y por encarnar uno de los elementos fundantes de la identidad de su Partido natal. Si bien vivió poco tiempo en su localidad, su ejemplo de maestro tenaz y de poeta fue erigido tanto en los niveles institucionales de la zona como en el plano del acervo popular. Sus Siete sonetos medicinales (1907) y sus Poesías (1916) habrían de calar hondo en los ámbitos poéticos bonaerenses de las primeras décadas del siglo, y los ecos  de sus sonetos ¡Avanti! y ¡Piu Avanti! (“No te des por vencido, ni aun vencido,/ no te sientas esclavo, ni aun esclavo…”) aún tienen irradiación en el imaginario social.

Recomienza la historia 
Omar Cao
Omar Cao lee sus poemas.
Además de ese comienzo de historia mítico, que proyectó Almafuerte con sus poemas y con su vida, y de los “versos paisanos” que irradió Elías Carpena desde la década del ’20, la actividad y los horizontes de la poesía retornan a los ámbitos de La Matanza después de un largo paréntesis, y ya con aires muy distintos, con los dos ciclos de poesía, llamados “Del monólogo al diálogo”, que organizó en los meses de otoño de 1971 la Casa de la Cultura de Ramos Mejía, donde participaron Eduardo Dalter (1947), Virginia Hansen (1944), Lucina Alvarez (1945-1976) (1), poeta y docente desaparecida, y Elina Locatelli, entre otros jóvenes poetas.

Pocos años después, en 1975, un joven poeta de González Catán, Omar Cao (1948), que al año siguiente publicaría su libro Emigrado de la Luna, fundó en Lomas del Mirador con el poeta Hugo Salerno (1942) el grupo  poético y las ediciones “La Luna que se cortó con la botella” (2), en un hecho que terminó teniendo fuerza y vigencia fundacional. De igual modo, la antología 14 jóvenes poetas argentinos, que preparó Dalter en Villa Luzuriaga y que publicó la revista “Crisis” en 1975, también afirmaría los primeros pasos de un trabajo sostenido, aun en los difíciles años de dictadura.

Eduardo Dalter
Instantánea de Eduardo Dalter.
Es oportuno observar, por otra parte, que el extenso lapso que va desde las páginas de Carpena a la apertura de los ciclos poéticos en la Casa de la Cultura de Ramos Mejía, ya con otros mensajes y otra lírica, se corresponde sin dudas con el profundo proceso de urbanización sustentado en el Partido, que dejaba atrás a aquella tradicional Matanza de estancias, quintas, tropilleros y chacras.

Entre uno y otro hecho, no obstante, se cuentan los poemarios tempranos Otoño imperdonable (1947) y Baladas con ángel (1951), de la compositora y cancionista María Elena Walsh (1930-2011), nativa de Ramos Mejía, urbe en la que la conocida artista vivió durante su niñez y su juventud.

Los nuevos tiempos
Ya en los tiempos previos a la Guerra de Malvinas, de modo lento pero persistente, se fueron estableciendo con mayor firmeza los tejidos para la constitución de un ámbito, y aquí habría que citar también a los poetas Ricardo Rubio (1951), de Lomas del Mirador y creador de una muy nutrida obra, y Carlos Kuraiem (1956), de Virrey del Pino, por la substancial continuidad aportada, así como sería oportuno mencionar en esa instancia y por su participación a la poeta Emilse Anzoátegui (1934-1999), quien por aquellos días publicó su cuaderno El margen de la agenda. Porque además, en un momento dado, en los años ’90, circularon en La Matanza cuatro publicaciones literarias, con ediciones regulares, que se fueron prolongando durante años y que recogían poemas, narraciones y artículos de poetas y escritores locales y de todo el país. 
Patricia Verón
Poeta Patricia Verón.

A saber: ediciones “Cucaña”, publicadas en Tablada por el poeta Daniel Battilana (1962); “La Luna que…”, que desde comienzos de la década del ’80 contó con la dirección de Ricardo Rubio; el suplemento “El Angel”, fundado en 1995, en Virrey del Pino y coordinado por Carlos Kuraiem, con la poeta Patricia Verón en la redacción; y “Cuaderno Carmín”, que tuvo continuidad hasta 2002 y que dirigió Eduardo Dalter. Asimismo, en los años ’90 desarrolla su quehacer la asociación literaria “La Besana”, que integraron, entre otros escritores, Héctor Picallo y Jose Enrique Paredero, y que sumó varias ediciones colectivas.

Tiempo de afirmación
Los años que van desde los inicios de la democracia hasta la profundización del periodo neoliberal, con la suma de deseos varios y con las adversidades que generó en todo el conurbano, aquejado por una desocupación en aumento, fueron también, acerca de lo que estamos hablando, el de la consolidación de la obra de algunos poetas y de la edición de algunos libros significativos. 

En 1986 se publica el poemario Silbos, que contiene poco más de medio centenar de poemas, y resultaría uno de los libros básicos de la obra de Eduardo Dalter; también Hojas de sábila (1992) y N.Y. Postales para enviar a los amigos (1999), los cuales, junto a Bocas baldías (2001), perfilan el núcleo de base de la obra del autor. A su vez, Ricardo Rubio llevó a la edición Pueblos repentinos (1986), Árbol con pájaros (1996) y Simulación de la rosa (1998), libros que sobrellevan con claridad su poética y su horizonte creativo, mientras proseguía con las ediciones de la revista “La Luna Que…”. Por otra parte, el poeta Omar Cao también fue expresando lo suyo, con versos algunas veces ríspidos, en Palos de ciego y otras yerbas (1996) y en su poemario titulado Antología poética universal (1998), a la vez que fue sumando numeroso material inédito, mientras Daniel Battilana publica Nicutaldia (1995), y ya en medio de la crisis nacional del 2002 su obra Vulnerario.  Asimismo, Carlos Kuraiem prosigue su trabajo con la edición de su libro De laúdes y mistoles (1996) y con el avance en nuevas páginas.

De estos años
Lia Miersch
Lia Miersch
Además de los poetas citados existe un horizonte de voces conocidas y de otras que se están dando a conocer, ya avanzando en el tiempo que el poeta Dalter designó con el nombre de “40 años de historia” en su charla en el sindicato Suteba de San Justo, donde además advirtió que más que un conjunto de obras sueltas estaba teniendo lugar una historia claramente substanciada. 

María Sueldo
María Sueldo y su poesía.
De este periodo cabría citar a la poeta Patricia Verón (1965), de San Justo, quien ya publicó cinco poemarios: Peón al frente (1995), Ladrido y Luna (1999) y Mañanitas (2003), entre otros, además de integrar la redacción del suplemento “El Angel”, de Virrey del Pino, durante más de un lustro. A Lía Miersch, poeta de Villa Luzuriaga y autora de tres libros; Tigre de metal (2007), entre otros. Elizabeth Molver (1969), de Lomas del Mirador, quien ya presentó en 2011 su tercer libro de poemas: Mujeres en un cuaderno borrador. Anahí Celeste Cao (1975), hija del poeta Omar Cao, cuyo libro editado en 2011 se titula Puente rojo, además de ser autora del poemario Territorio (2013); y María Sueldo (1980), poeta del pequeño libro Propia sombra (2004) y de intensos poemas difundidos en algunos sitios web. Ello además de Gino Bencivenga (1946) y de sus cuadernos –Árbol de invierno (2008), entre otros–, quien es también un laborioso hombre de teatro, y de Domingo de Cristófaro (1959), este último autor de Minuciosa llovizna (2006), ambos vecinos de Gregorio de Laferrere. Y del joven poeta Víctor Cuello, de González Catán, con una obra publicada, entre otros jóvenes que están en los umbrales de la edición del primer libro.

Raúl Pérez Arias
Raúl Pérez Arias y su libro "La puerta".
Cabe también aquí la mención del narrador Pedro Chappa (1946), de Isidro Casanova, con una constante de trabajo, entre otros narradores que vienen afirmando y difundiendo sus páginas, y entre los cuales es preciso referir el tiempo presente del grupo de poetas y narradores de “Autores de La Matanza”, un grupo que se inició con la primera Feria del Libro municipal, quienes organizan regularmente actividades a lo largo del Partido. Para cerrar este racconto, baste citar al poeta Raúl Pérez Arias (1956), de Lomas del Mirador, quien suma sus poemarios La inmovilidad de los ruidos (2007) y La puerta (2014) y encarna también con sus obras el presente tiempo poético, y a Carlos Carbone (1959), de la misma localidad, quien tiene varios libros editados, ''Áspid'' (2011), entre otros, y una participación en distintas muestras conjuntas. 

Existe así una trama, una historia, que se abonan en más de un centenar de obras éditas, además de un marco de actividades, donde queda la evidencia de una diversidad abierta, pero siempre identificada con una complejidad vivencial sencilla y con una expresividad vigorosa.

Antologías y otros nuevos libros
Durante estos cercanos años también tuvieron edición algunos poemarios de poetas ya mencionados, que se destacan por su madurez y porque de alguna forma van confirmando el rostro singular de la poesía de La Matanza; a saber: Hojas de ruta, 1984-2004, antología (2005), de Eduardo Dalter; Obra poética ilustrada, antología (2007), de Carlos Kuraiem, la cual también agrupa nuevos poemas; Paloma en armas (2007), de Patricia Verón; y Haiku negro (2012), de Lía Miersch. Libros a los que se suma la obra Lomas del Mirador (2006), de Luis Tedesco (1941), poeta nativo de esa localidad, donde también vivió durante su juventud.

Cien libros que entretejen una historia
A propósito del momento cultural singular que vive La Matanza, un momento que también tiene a los historiadores locales y a los periodistas como protagonistas, al punto que se celebran varios eventos culturales a la semana; presentaciones de libros, lectura de poemas, talleres, etc.; aunque la mayor actividad al respecto es la que incumbe a los poetas, inclusive al semillero de jóvenes que la nueva impronta fue gestando.

Al respecto, leemos un fragmento de la entrevista que el periódico “El Nuevo Día”, de Villa Luzuriaga, correspondiente a julio, le realizo a Eduardo Dalter y que se tituló Poesía de La Matanza, una riqueza que crece. Así se expresó el entrevistado: Nos encontramos ante un camino andado, ante un conjunto de obras en marcha, que la propia historia y la evolución del Partido indican que ya se hace necesario descubrir de modo abierto, porque revelan el potencial y la riqueza creativa de la zona, y también su propia substancia. Por otra parte, la presencia de una universidad, como la Universidad de La Matanza, que entre otras cosas hizo que el libro y el conocimiento en la esfera local sustenten un punto de encuentro y constituyan un objeto de uso y valor diario de profunda incidencia social. Asimismo, el desarrollo y el crecimiento de La Matanza, pienso, implican una realidad cuantitativa y, sobre todo, cualitativa, con sus fuertes desafíos y sus necesarias adecuaciones.

Por otra parte, en otro de los reportajes, que en este caso le hiciera el periodista Emilio González Larrea, para el diario NCO de San Justo, ante la pregunta ¿Qué rasgos definen la poesía de La Matanza?, Dalter contestó: La poesía matancera se inscribe en la historia de la  poética de la provincia de Buenos Aires, que tuvo su centro de producción mayor en la ciudad de La Plata, y está muy cercana de las poéticas de las últimas décadas del país y de Latinoamérica. Pero como signo particular se puede decir que es algo más agreste, más ríspida, tiene ese nervio silvestre del vecino matancero, ese nervio duro, y no por eso deja de ser atenta y culta. Es una poesía orillera, pero con clase; sabe mantener las formas; tiene un tono y una mirada particular, con un paisaje particular, pero siempre manteniendo su hidalguía, su prestancia, como la de nuestros payadores bonaerenses que se sabían plantar con su guitarra…

La poesía, el tiempo, la historia
Una nueva historia, con sus cuatro décadas, o acaso la misma historia de siempre en otro de sus tramos, aunque luego de un entretiempo prolongado, y ya con numerosos poetas, muchos de ellos nativos, y otros con una larga residencia en el Partido. La poesía aquí sigue teniendo la respuesta.


Notas
(1) La Escuela de Estética Nº 1, de Sargento Cabral y avenida Rivadavia, de Ramos Mejía, donde era docente la poeta desaparecida, lleva desde octubre de 2012  el nombre Escuela de Estética Lucina Álvarez.
(2) Desde 1980, y con la dirección de Ricardo Rubio, estas ediciones, que incluyen revistas, poemarios y antologías, prosiguen hasta estos días, ya con el nombre La Luna Que.


Artículos y entrevistas de la prensa local acerca del tema
* Poesía de La Matanza, una riqueza que crece, entrevista a Eduardo Dalter, en el periódico El Nuevo Día; Villa Luzuriaga, julio de 2014. 
* Realizarán charla sobre la historia de la literatura matancera, en el periódico Sic; San Justo, 10 de julio de 2014.
* La Poesía de La Matanza, presente en el Suteba - Un encuentro esperado, en el periódico El Nuevo Día; Villa Luzuriaga, agosto de 2014.
* Historia de la poesía de La Matanza, charla de Eduardo Dalter en el Suteba de San Justo el 11 de julio de 2014; en TV Matanza Cultural, San Justo, con videos en la web.
* Cuarenta años de historia de la poesía de La Matanza, entrevista a Eduardo Dalter, de Emilio González Larrea, en el periódico N.C.O.; San Justo, 24 de septiembre de 2014.

Bibliografía
AGUIRRE, Raúl Gustavo: Antología de la poesía argentina; Fausto Editor, Bs. As., 1979.
ANZOÁTEGUI, Emilse: El margen de la agenda;  Ediciones La Luna que se cortó con la botella, Lomas del Mirador, Buenos Aires, 1980.
ANZOÁTEGUI, Emilse:  Antología poética 1956-1999; Edic. La Luna Que, Buenos Aires, 2000.
BATTILANA, Daniel: Nicutaldia; Ediciones Cucaña,  Buenos Aires, 1995.
BATTILANA, Daniel: Vulnerario;  Ediciones Cucaña, Buenos Aires, 2002.
BENCIVENGA, Gino: Árbol de invierno;  Colección Squeo, Nº 25, Buenos Aires, 2008.
BIRENBAUM, David: Mate pastor; Ediciones La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2003.
BIRENBAUM, David: No se necesitan poetas; Edic. La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2014.
CAO, Anahí Celeste: Puentes rojos, Ediciones Cruz de Mayo, Buenos Aires, 2011. 
CAO, Anahí Celeste: Territorio, Ediciones El Suri Porfiado, Buenos Aires,  2013. 
CAO, Omar: Emigrado de la luna y otros asuntos;  Edic. El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1976. 
CAO, Omar: Palos de ciego y otras yerbas;  Ediciones Del Doque, Buenos Aires, 1996.
CAO, Omar: El linyera; Ediciones Cruz de Mayo, Buenos Aires, 2011.
CARBONE, Carlos:  Aspid; Ediciones El Mono Armado, Buenos Aires, 2011.
CARBONE, Carlos: En la huella del hombre; Ediciones Amaru, Lanús, 1986.
CARPENA, Elías: Romances del pago de la Matanza; Edición del autor, La Plata, 1958.
CARPENA, Elías: Romancero del coronel Dorrego; Librería Huemul, Buenos Aires, 1970.
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CRISTÓFARO, Domingo de: Minuciosa llovizna; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2006.
CUELLO, Víctor: Monedas del 85; Ediciones Cruz de Mayo, Buenos Aires, 2013.
DALTER, Eduardo: Silbos; Ediciones del Río de la Plata, Buenos Aires, 1986.
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DALTER, Eduardo: N.Y. Postales para enviar a los amigos; El Nuevo Cántaro, Bs. As., 1999. 
DALTER, Eduardo: Bocas baldías; Ediciones del Nuevo Cántaro, Buenos Aires, 2001.
KURAIEM, Carlos: De laúdes y mistoles; Ediciones El Angel, Virrey del Pino, Bs. As., 1996.
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LAFERRERE, Gregorio de: Las del barranco; Ediciones Kapelusz, 3era. edic., Bs. As., 1956.
LAFERRERE, Gregorio de: Locos de verano/ Jettatore; Ediciones Losada, Bs. As., 1992.
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MOLVER, Elizabeth: Postales personales; Macedonia Ediciones, Morón, Buenos Aires, 2008.
MOLVER, Elizabeth: Mujeres en un cuaderno borrador; Macedonia Edic., Morón, 2011.
PALACIOS, Pedro Bonifacio (Almafuerte): Poesía completa; Edic. del Atril, La Plata, 1968.
PÉREZ ARIAS, Raúl: La inmovilidad de los ruidos, Ediciones La Luna Que, Bs. As., 2007.
PÉREZ ARIAS, Raúl: La puerta; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2014.
RUBIO, Ricardo: Pueblos repentinos; Epsilon Editora, Buenos Aires, 1988.
RUBIO, Ricardo: Arbol con pájaros;  Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 1996.
RUBIO, Ricardo: Simulación de la rosa; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 1998.
SUELDO, María: Propia sombra; Buenos Aires, 2004.
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VERÓN, Patricia: Mañanitas; Ediciones El Angel, Virrey del Pino, Buenos Aires, 2003.
VERÓN, Patricia: Paloma en armas; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2007.

CRISIS: Revista de cultura, Nº 22, Buenos Aires, 1975.
CUADERNO CARMÍN: Revista de poesía, Nº 1 al 18, San Justo, Buenos Aires, 1994-2002.
EL ANGEL DE VIRREY DEL PINO: Suplemento literario, Ediciones varias, 1996-1998.
LA BESANA: Grupo literario. www.labesana.8k.com/
LA LUNA QUE: Revista literaria, Ediciones varias, Buenos Aires, 1996-2001.
LA LUNA QUE SE CORTÓ CON LA BOTELLA: Ediciones poéticas, Números varios, 1976-1978.


Enlaces externos

Noticia de Elías Carpena

Raúl Gustavo Aguirre
Algunos poemas de Eduardo Dalter
40 años de historia de la poesía de La Matanza; 
Diario N.C.O., San Justo
Video. Historia de la poesía de La Matanza; Eduardo Dalter en Suteba; 1ª parte
Video. Historia de la poesía de La Matanza; Eduardo Dalter en Suteba; 2ª parte


Trabajo realizado por Letizia Francolino y Ana María López, con la colaboración de Eduardo Dalter, quien facilitó la bibliografía y los recortes periodísticos referidos a los poetas. Por otra parte, al mes siguiente de su charla en el Suteba, Dalter ofreció un taller reducido acerca de la Poesía de la Matanza, a partir del cual las ya mencionadas docentes creyeron oportuna la creación de un blog dedicado al tema. Coordinación: María Luz Fernández.


2 comentarios:

  1. Felicitaciones por el trabajo, que ya me había recomendado un colega. Soy docente en el Partido de la Costa. Este trabajo inspira para avanzar en quehaceres similares. Un cordial saludo, Elena Fernández

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  2. Mabel A. Salcedo7 de enero de 2015, 8:43

    Muy bueno y cuidado el blog. Todos los poetas están bien. A mí personalmente los poemas que más me gustaron son los de Patricia Verón, Eduardo Dalter y Carlos Kuraiem. Pero están todos muy bien. El 25 de Navidad me leí el blog de punta a punta. Felicidades para todos. Muchos éxitos con el blog.

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