viernes, 3 de octubre de 2014

* * * No te des por vencido, ni aún vencido * * *

Monumento de Almafuerte en la Plaza San Martín de San Justo.


¡Piu avanti!

No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua, y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!


De Poesía completa (1968)




Historia de la poesía de La Matanza

HISTORIA DE LA POESÍA DE LA MATANZA
De Almafuerte a la nueva historia



Además de la presencia profunda del poeta Pedro Bonifacio Palacios y de la memoria de los romances criollos dedicados a personajes y motivos de la Matanza rural por el poeta Elías Carpena, en el lapso de estas cercanas cuatro décadas se fue forjando en esa franja del Oeste del conurbano un nutrido horizonte de creadores, con obras que denotan en algunos casos un nivel destacable y que en no pocos ejemplos han traspasado las fronteras de la provincia, con libros editados también en otras ciudades del continente, o cuyos poemas y artículos fueron incluidos en algunas revistas literarias del país, y a los cuales se suma la singularidad de distintas obras en marcha.

Versos e identidad 
Hablar de Pedro Bonifacio Palacios, Almafuerte (1854-1917), nacido en San Justo dos años antes de la propia fundación de esa urbe y, además, referente mayor de la historia de la poesía de la Provincia, resulta una manera natural para comenzar a desbrozar una historia que en las primeras décadas del siglo pasado contó con voces que cantaron a su gente y a sus paisajes.

Ciertamente, Elías Carpena (1897-1988), nativo de Junín y vecino de la suburbana Villa Soldati, dedicó no pocos de sus versos criollistas a personajes y a motivos matanceros, como Romances del pago de La Matanza, o el romance Muerte de Macario Ríos, cuyos horizontes resultan siempre aledaños de las peripecias de la gente humilde y de los rigores de la vida diaria. También Martiniano Leguizamón (1858-1935), llamado a menudo “el escritor de los gauchos”, agudo polemista, dramaturgo y narrador, se contó entre las plumas destacadas de la época. Fue autor de la pieza teatral Calandria (1896) y del libro de versos Alma nativa (1906), entre otras obras, y falleció en su finca “La Norita” de González Catán, donde moraba alternativamente desde 1910.

Asimismo la presencia en los caminos del Partido del dramaturgo Gregorio de Laferrere (1867-1913), miembro de la aristocracia capitalina y autor de exitosas obras teatrales como Jettatore (1904) y Las del barranco (1908), quien solía pasar largas temporadas creativas en la estancia “La Elvira”, en el Km 36, antes de fundar con Pedro Luro y Honorio Luque la localidad de Gregorio de Laferrere, lo cual ocurrió en julio de 1911.

Presencia de Almafuerte 
El poeta Almafuerte bien merece un párrafo aparte, por su notable perdurabilidad en el marco de la poesía argentina y por encarnar uno de los elementos fundantes de la identidad de su Partido natal. Si bien vivió poco tiempo en su localidad, su ejemplo de maestro tenaz y de poeta fue erigido tanto en los niveles institucionales de la zona como en el plano del acervo popular. Sus Siete sonetos medicinales (1907) y sus Poesías (1916) habrían de calar hondo en los ámbitos poéticos bonaerenses de las primeras décadas del siglo, y los ecos  de sus sonetos ¡Avanti! y ¡Piu Avanti! (“No te des por vencido, ni aun vencido,/ no te sientas esclavo, ni aun esclavo…”) aún tienen irradiación en el imaginario social.

Recomienza la historia 
Omar Cao
Omar Cao lee sus poemas.
Además de ese comienzo de historia mítico, que proyectó Almafuerte con sus poemas y con su vida, y de los “versos paisanos” que irradió Elías Carpena desde la década del ’20, la actividad y los horizontes de la poesía retornan a los ámbitos de La Matanza después de un largo paréntesis, y ya con aires muy distintos, con los dos ciclos de poesía, llamados “Del monólogo al diálogo”, que organizó en los meses de otoño de 1971 la Casa de la Cultura de Ramos Mejía, donde participaron Eduardo Dalter (1947), Virginia Hansen (1944), Lucina Alvarez (1945-1976) (1), poeta y docente desaparecida, y Elina Locatelli, entre otros jóvenes poetas.

Pocos años después, en 1975, un joven poeta de González Catán, Omar Cao (1948), que al año siguiente publicaría su libro Emigrado de la Luna, fundó en Lomas del Mirador con el poeta Hugo Salerno (1942) el grupo  poético y las ediciones “La Luna que se cortó con la botella” (2), en un hecho que terminó teniendo fuerza y vigencia fundacional. De igual modo, la antología 14 jóvenes poetas argentinos, que preparó Dalter en Villa Luzuriaga y que publicó la revista “Crisis” en 1975, también afirmaría los primeros pasos de un trabajo sostenido, aun en los difíciles años de dictadura.

Eduardo Dalter
Instantánea de Eduardo Dalter.
Es oportuno observar, por otra parte, que el extenso lapso que va desde las páginas de Carpena a la apertura de los ciclos poéticos en la Casa de la Cultura de Ramos Mejía, ya con otros mensajes y otra lírica, se corresponde sin dudas con el profundo proceso de urbanización sustentado en el Partido, que dejaba atrás a aquella tradicional Matanza de estancias, quintas, tropilleros y chacras.

Entre uno y otro hecho, no obstante, se cuentan los poemarios tempranos Otoño imperdonable (1947) y Baladas con ángel (1951), de la compositora y cancionista María Elena Walsh (1930-2011), nativa de Ramos Mejía, urbe en la que la conocida artista vivió durante su niñez y su juventud.

Los nuevos tiempos
Ya en los tiempos previos a la Guerra de Malvinas, de modo lento pero persistente, se fueron estableciendo con mayor firmeza los tejidos para la constitución de un ámbito, y aquí habría que citar también a los poetas Ricardo Rubio (1951), de Lomas del Mirador y creador de una muy nutrida obra, y Carlos Kuraiem (1956), de Virrey del Pino, por la substancial continuidad aportada, así como sería oportuno mencionar en esa instancia y por su participación a la poeta Emilse Anzoátegui (1934-1999), quien por aquellos días publicó su cuaderno El margen de la agenda. Porque además, en un momento dado, en los años ’90, circularon en La Matanza cuatro publicaciones literarias, con ediciones regulares, que se fueron prolongando durante años y que recogían poemas, narraciones y artículos de poetas y escritores locales y de todo el país. 
Patricia Verón
Poeta Patricia Verón.

A saber: ediciones “Cucaña”, publicadas en Tablada por el poeta Daniel Battilana (1962); “La Luna que…”, que desde comienzos de la década del ’80 contó con la dirección de Ricardo Rubio; el suplemento “El Angel”, fundado en 1995, en Virrey del Pino y coordinado por Carlos Kuraiem, con la poeta Patricia Verón en la redacción; y “Cuaderno Carmín”, que tuvo continuidad hasta 2002 y que dirigió Eduardo Dalter. Asimismo, en los años ’90 desarrolla su quehacer la asociación literaria “La Besana”, que integraron, entre otros escritores, Héctor Picallo y Jose Enrique Paredero, y que sumó varias ediciones colectivas.

Tiempo de afirmación
Los años que van desde los inicios de la democracia hasta la profundización del periodo neoliberal, con la suma de deseos varios y con las adversidades que generó en todo el conurbano, aquejado por una desocupación en aumento, fueron también, acerca de lo que estamos hablando, el de la consolidación de la obra de algunos poetas y de la edición de algunos libros significativos. 

En 1986 se publica el poemario Silbos, que contiene poco más de medio centenar de poemas, y resultaría uno de los libros básicos de la obra de Eduardo Dalter; también Hojas de sábila (1992) y N.Y. Postales para enviar a los amigos (1999), los cuales, junto a Bocas baldías (2001), perfilan el núcleo de base de la obra del autor. A su vez, Ricardo Rubio llevó a la edición Pueblos repentinos (1986), Árbol con pájaros (1996) y Simulación de la rosa (1998), libros que sobrellevan con claridad su poética y su horizonte creativo, mientras proseguía con las ediciones de la revista “La Luna Que…”. Por otra parte, el poeta Omar Cao también fue expresando lo suyo, con versos algunas veces ríspidos, en Palos de ciego y otras yerbas (1996) y en su poemario titulado Antología poética universal (1998), a la vez que fue sumando numeroso material inédito, mientras Daniel Battilana publica Nicutaldia (1995), y ya en medio de la crisis nacional del 2002 su obra Vulnerario.  Asimismo, Carlos Kuraiem prosigue su trabajo con la edición de su libro De laúdes y mistoles (1996) y con el avance en nuevas páginas.

De estos años
Lia Miersch
Lia Miersch
Además de los poetas citados existe un horizonte de voces conocidas y de otras que se están dando a conocer, ya avanzando en el tiempo que el poeta Dalter designó con el nombre de “40 años de historia” en su charla en el sindicato Suteba de San Justo, donde además advirtió que más que un conjunto de obras sueltas estaba teniendo lugar una historia claramente substanciada. 

María Sueldo
María Sueldo y su poesía.
De este periodo cabría citar a la poeta Patricia Verón (1965), de San Justo, quien ya publicó cinco poemarios: Peón al frente (1995), Ladrido y Luna (1999) y Mañanitas (2003), entre otros, además de integrar la redacción del suplemento “El Angel”, de Virrey del Pino, durante más de un lustro. A Lía Miersch, poeta de Villa Luzuriaga y autora de tres libros; Tigre de metal (2007), entre otros. Elizabeth Molver (1969), de Lomas del Mirador, quien ya presentó en 2011 su tercer libro de poemas: Mujeres en un cuaderno borrador. Anahí Celeste Cao (1975), hija del poeta Omar Cao, cuyo libro editado en 2011 se titula Puente rojo, además de ser autora del poemario Territorio (2013); y María Sueldo (1980), poeta del pequeño libro Propia sombra (2004) y de intensos poemas difundidos en algunos sitios web. Ello además de Gino Bencivenga (1946) y de sus cuadernos –Árbol de invierno (2008), entre otros–, quien es también un laborioso hombre de teatro, y de Domingo de Cristófaro (1959), este último autor de Minuciosa llovizna (2006), ambos vecinos de Gregorio de Laferrere. Y del joven poeta Víctor Cuello, de González Catán, con una obra publicada, entre otros jóvenes que están en los umbrales de la edición del primer libro.

Raúl Pérez Arias
Raúl Pérez Arias y su libro "La puerta".
Cabe también aquí la mención del narrador Pedro Chappa (1946), de Isidro Casanova, con una constante de trabajo, entre otros narradores que vienen afirmando y difundiendo sus páginas, y entre los cuales es preciso referir el tiempo presente del grupo de poetas y narradores de “Autores de La Matanza”, un grupo que se inició con la primera Feria del Libro municipal, quienes organizan regularmente actividades a lo largo del Partido. Para cerrar este racconto, baste citar al poeta Raúl Pérez Arias (1956), de Lomas del Mirador, quien suma sus poemarios La inmovilidad de los ruidos (2007) y La puerta (2014) y encarna también con sus obras el presente tiempo poético, y a Carlos Carbone (1959), de la misma localidad, quien tiene varios libros editados, ''Áspid'' (2011), entre otros, y una participación en distintas muestras conjuntas. 

Existe así una trama, una historia, que se abonan en más de un centenar de obras éditas, además de un marco de actividades, donde queda la evidencia de una diversidad abierta, pero siempre identificada con una complejidad vivencial sencilla y con una expresividad vigorosa.

Antologías y otros nuevos libros
Durante estos cercanos años también tuvieron edición algunos poemarios de poetas ya mencionados, que se destacan por su madurez y porque de alguna forma van confirmando el rostro singular de la poesía de La Matanza; a saber: Hojas de ruta, 1984-2004, antología (2005), de Eduardo Dalter; Obra poética ilustrada, antología (2007), de Carlos Kuraiem, la cual también agrupa nuevos poemas; Paloma en armas (2007), de Patricia Verón; y Haiku negro (2012), de Lía Miersch. Libros a los que se suma la obra Lomas del Mirador (2006), de Luis Tedesco (1941), poeta nativo de esa localidad, donde también vivió durante su juventud.

Cien libros que entretejen una historia
A propósito del momento cultural singular que vive La Matanza, un momento que también tiene a los historiadores locales y a los periodistas como protagonistas, al punto que se celebran varios eventos culturales a la semana; presentaciones de libros, lectura de poemas, talleres, etc.; aunque la mayor actividad al respecto es la que incumbe a los poetas, inclusive al semillero de jóvenes que la nueva impronta fue gestando.

Al respecto, leemos un fragmento de la entrevista que el periódico “El Nuevo Día”, de Villa Luzuriaga, correspondiente a julio, le realizo a Eduardo Dalter y que se tituló Poesía de La Matanza, una riqueza que crece. Así se expresó el entrevistado: Nos encontramos ante un camino andado, ante un conjunto de obras en marcha, que la propia historia y la evolución del Partido indican que ya se hace necesario descubrir de modo abierto, porque revelan el potencial y la riqueza creativa de la zona, y también su propia substancia. Por otra parte, la presencia de una universidad, como la Universidad de La Matanza, que entre otras cosas hizo que el libro y el conocimiento en la esfera local sustenten un punto de encuentro y constituyan un objeto de uso y valor diario de profunda incidencia social. Asimismo, el desarrollo y el crecimiento de La Matanza, pienso, implican una realidad cuantitativa y, sobre todo, cualitativa, con sus fuertes desafíos y sus necesarias adecuaciones.

Por otra parte, en otro de los reportajes, que en este caso le hiciera el periodista Emilio González Larrea, para el diario NCO de San Justo, ante la pregunta ¿Qué rasgos definen la poesía de La Matanza?, Dalter contestó: La poesía matancera se inscribe en la historia de la  poética de la provincia de Buenos Aires, que tuvo su centro de producción mayor en la ciudad de La Plata, y está muy cercana de las poéticas de las últimas décadas del país y de Latinoamérica. Pero como signo particular se puede decir que es algo más agreste, más ríspida, tiene ese nervio silvestre del vecino matancero, ese nervio duro, y no por eso deja de ser atenta y culta. Es una poesía orillera, pero con clase; sabe mantener las formas; tiene un tono y una mirada particular, con un paisaje particular, pero siempre manteniendo su hidalguía, su prestancia, como la de nuestros payadores bonaerenses que se sabían plantar con su guitarra…

La poesía, el tiempo, la historia
Una nueva historia, con sus cuatro décadas, o acaso la misma historia de siempre en otro de sus tramos, aunque luego de un entretiempo prolongado, y ya con numerosos poetas, muchos de ellos nativos, y otros con una larga residencia en el Partido. La poesía aquí sigue teniendo la respuesta.


Notas
(1) La Escuela de Estética Nº 1, de Sargento Cabral y avenida Rivadavia, de Ramos Mejía, donde era docente la poeta desaparecida, lleva desde octubre de 2012  el nombre Escuela de Estética Lucina Álvarez.
(2) Desde 1980, y con la dirección de Ricardo Rubio, estas ediciones, que incluyen revistas, poemarios y antologías, prosiguen hasta estos días, ya con el nombre La Luna Que.


Artículos y entrevistas de la prensa local acerca del tema
* Poesía de La Matanza, una riqueza que crece, entrevista a Eduardo Dalter, en el periódico El Nuevo Día; Villa Luzuriaga, julio de 2014. 
* Realizarán charla sobre la historia de la literatura matancera, en el periódico Sic; San Justo, 10 de julio de 2014.
* La Poesía de La Matanza, presente en el Suteba - Un encuentro esperado, en el periódico El Nuevo Día; Villa Luzuriaga, agosto de 2014.
* Historia de la poesía de La Matanza, charla de Eduardo Dalter en el Suteba de San Justo el 11 de julio de 2014; en TV Matanza Cultural, San Justo, con videos en la web.
* Cuarenta años de historia de la poesía de La Matanza, entrevista a Eduardo Dalter, de Emilio González Larrea, en el periódico N.C.O.; San Justo, 24 de septiembre de 2014.

Bibliografía
AGUIRRE, Raúl Gustavo: Antología de la poesía argentina; Fausto Editor, Bs. As., 1979.
ANZOÁTEGUI, Emilse: El margen de la agenda;  Ediciones La Luna que se cortó con la botella, Lomas del Mirador, Buenos Aires, 1980.
ANZOÁTEGUI, Emilse:  Antología poética 1956-1999; Edic. La Luna Que, Buenos Aires, 2000.
BATTILANA, Daniel: Nicutaldia; Ediciones Cucaña,  Buenos Aires, 1995.
BATTILANA, Daniel: Vulnerario;  Ediciones Cucaña, Buenos Aires, 2002.
BENCIVENGA, Gino: Árbol de invierno;  Colección Squeo, Nº 25, Buenos Aires, 2008.
BIRENBAUM, David: Mate pastor; Ediciones La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2003.
BIRENBAUM, David: No se necesitan poetas; Edic. La Carta de Oliver, Buenos Aires, 2014.
CAO, Anahí Celeste: Puentes rojos, Ediciones Cruz de Mayo, Buenos Aires, 2011. 
CAO, Anahí Celeste: Territorio, Ediciones El Suri Porfiado, Buenos Aires,  2013. 
CAO, Omar: Emigrado de la luna y otros asuntos;  Edic. El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1976. 
CAO, Omar: Palos de ciego y otras yerbas;  Ediciones Del Doque, Buenos Aires, 1996.
CAO, Omar: El linyera; Ediciones Cruz de Mayo, Buenos Aires, 2011.
CARBONE, Carlos:  Aspid; Ediciones El Mono Armado, Buenos Aires, 2011.
CARBONE, Carlos: En la huella del hombre; Ediciones Amaru, Lanús, 1986.
CARPENA, Elías: Romances del pago de la Matanza; Edición del autor, La Plata, 1958.
CARPENA, Elías: Romancero del coronel Dorrego; Librería Huemul, Buenos Aires, 1970.
CORTI, Norberto: Contramarca; Ediciones la Luna Que, Buenos Aires, 2005.
CRISTÓFARO, Domingo de: Minuciosa llovizna; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2006.
CUELLO, Víctor: Monedas del 85; Ediciones Cruz de Mayo, Buenos Aires, 2013.
DALTER, Eduardo: Silbos; Ediciones del Río de la Plata, Buenos Aires, 1986.
DALTER, Eduardo: Hojas de sábila; Ediciones del Río de la Plata, Buenos Aires, 1992.
DALTER, Eduardo: N.Y. Postales para enviar a los amigos; El Nuevo Cántaro, Bs. As., 1999. 
DALTER, Eduardo: Bocas baldías; Ediciones del Nuevo Cántaro, Buenos Aires, 2001.
KURAIEM, Carlos: De laúdes y mistoles; Ediciones El Angel, Virrey del Pino, Bs. As., 1996.
KURAIEM, Carlos: Obra poética ilustrada; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2007.
LAFERRERE, Gregorio de: Las del barranco; Ediciones Kapelusz, 3era. edic., Bs. As., 1956.
LAFERRERE, Gregorio de: Locos de verano/ Jettatore; Ediciones Losada, Bs. As., 1992.
LEGUIZAMÓN, Martiniano: Alma nativa (copia;) Librería La Facultad, Buenos Aires, 1912.
LEGUIZAMÓN, Martiniano: De pura cepa; Ediciones C.M, reedición, Buenos Aires, 1974.
MIERSCH, Lía: Tigre de metal; Ediciones Dunken, Buenos Aires, 2007.
MIERSCH, Lía: Haiku negro; Ediciones Dunken, Buenos Aires, 2012.
MOLVER, Elizabeth: Postales personales; Macedonia Ediciones, Morón, Buenos Aires, 2008.
MOLVER, Elizabeth: Mujeres en un cuaderno borrador; Macedonia Edic., Morón, 2011.
PALACIOS, Pedro Bonifacio (Almafuerte): Poesía completa; Edic. del Atril, La Plata, 1968.
PÉREZ ARIAS, Raúl: La inmovilidad de los ruidos, Ediciones La Luna Que, Bs. As., 2007.
PÉREZ ARIAS, Raúl: La puerta; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2014.
RUBIO, Ricardo: Pueblos repentinos; Epsilon Editora, Buenos Aires, 1988.
RUBIO, Ricardo: Arbol con pájaros;  Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 1996.
RUBIO, Ricardo: Simulación de la rosa; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 1998.
SUELDO, María: Propia sombra; Buenos Aires, 2004.
VERÓN, Patricia: Ladrido y Luna; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 1999.
VERÓN, Patricia: Mañanitas; Ediciones El Angel, Virrey del Pino, Buenos Aires, 2003.
VERÓN, Patricia: Paloma en armas; Ediciones La Luna Que, Buenos Aires, 2007.

CRISIS: Revista de cultura, Nº 22, Buenos Aires, 1975.
CUADERNO CARMÍN: Revista de poesía, Nº 1 al 18, San Justo, Buenos Aires, 1994-2002.
EL ANGEL DE VIRREY DEL PINO: Suplemento literario, Ediciones varias, 1996-1998.
LA BESANA: Grupo literario. www.labesana.8k.com/
LA LUNA QUE: Revista literaria, Ediciones varias, Buenos Aires, 1996-2001.
LA LUNA QUE SE CORTÓ CON LA BOTELLA: Ediciones poéticas, Números varios, 1976-1978.


Enlaces externos

Noticia de Elías Carpena

Raúl Gustavo Aguirre
Algunos poemas de Eduardo Dalter
40 años de historia de la poesía de La Matanza; 
Diario N.C.O., San Justo
Video. Historia de la poesía de La Matanza; Eduardo Dalter en Suteba; 1ª parte
Video. Historia de la poesía de La Matanza; Eduardo Dalter en Suteba; 2ª parte


Trabajo realizado por Letizia Francolino y Ana María López, con la colaboración de Eduardo Dalter, quien facilitó la bibliografía y los recortes periodísticos referidos a los poetas. Por otra parte, al mes siguiente de su charla en el Suteba, Dalter ofreció un taller reducido acerca de la Poesía de la Matanza, a partir del cual las ya mencionadas docentes creyeron oportuna la creación de un blog dedicado al tema. Coordinación: María Luz Fernández.


Versos y memorias de Elías Carpena


ROMANCE DEL CHOLO ESCALADA
(Fragmento)

Bajo el puente y entre piedras
resuena el río Matanza.
Camalotes florecidos
son los navíos que pasan.
En los juncos de la orilla
suben revueltas las aguas.
De tanto darse en las piedras
y en las arenas doradas
y en los mimbres y en los juncos
nacen las espumas blancas,
y son las blancas espumas
la flor de la marejada.
En la ribera del río
duermen al sol las iguanas.
La pereza soñolienta
las tiene inmovilizadas.



De Romances del pago de La Matanza (1958)




ROMANCE DEL AGUATERO NEGRO
(Fragmento)

Si yo fuera diputado
Tendría galera alta
El coche con dos caballos
Bastón con puño de plata.

Cadena y reloj de oro
Chaleco de tela blanca
Los botines con cartera
Y bien al norte mi casa.

Alfombras al rojo, muelles,
Como si el cielo pisara
Muebles de nogal de Francia
Sirvientes de todas layas.

Pero soy un triste negro,
Que va repartiendo el agua
Y pasa por estas calles
Escondiéndose en sus lágrimas.


De Selecciones folklóricas (1965);
reedición

Poesía de La Matanza, una riqueza que crece

Entrevista a Eduardo Dalter

Durante estas tres décadas se fue forjando en esta franja del Oeste del conurbano un verdadero horizonte de creadores, con obras que denotan en numerosos casos un nivel destacable. A propósito de esta realidad, charlamos con el poeta Eduardo Dalter, autor de una intensa obra y agudo conocedor del tema.

¿Cómo ves esta realidad literaria y cultural del Oeste del conurbano?
– Es sin dudas auspiciosa. Se comienzan a ver los frutos de un largo trabajo, a contar desde aquellos años en que poco se sabía si había poetas y escritores, y éstos debían inclinarse sin otra alternativa a establecer intercambios y relaciones en ámbitos que ya tenían algún desarrollo. Porque todo este campo fue floreciendo de a poco, con mucho riego, y a veces mucha soledad.

¿Podría afirmarse que literaria y culturalmente La Matanza tiene historia?
– Hay un comienzo de historia mítico, y lo proyecta Almafuerte, con esos versos que dicen “no te des por vencido ni aun vencido”, y que se conocen en todo el continente. Pero en lo más cercano, por lo que tengo visto y leído, entre algunos emprendimientos precedentes, es justo destacar en primer lugar los dos ciclos de poesía, llamados “Del monólogo al diálogo”, que organizó en el otoño de 1971 la Casa de la Cultura de Ramos Mejía, donde participaron Virginia Hansen, Elina Locatelli, Lucina Alvarez, poeta y docente desaparecida, y yo mismo, entre otros jóvenes poetas; y, hacia mediados de esa década, un joven poeta de González Catán, Omar Cao, nacido en 1948, autor de varios libros, “Emigrado de la Luna” (1976), entre otros, funda por aquí con el poeta Hugo Salerno, nacido en 1942, el grupo  poético y las ediciones de “La Luna que se cortó con la botella”, que en la medida que lo vayamos descubriendo es un hecho con historia. Por otra parte, la antología “14 jóvenes poetas argentinos”, que preparé en Villa Luzuriaga y que publicó “Crisis” en 1975, primero la presenté sin éxito en la Municipalidad. Como acotación, sería oportuno subrayar que la joven y talentosa poeta Lucina Alvarez fue docente hasta su desaparición de la Escuela de Estética Nº 1, de Ramos Mejía. 

¿Cuándo van concluyendo las soledades?; ¿cuándo se comienza a tejer un ámbito?
– Ya en los tiempos previos a la Guerra de Malvinas, de modo lento pero persistente se van estableciendo con mayor firmeza los tejidos, y aquí habría que citar también a los poetas Ricardo Rubio (1951), creador de una muy nutrida obra, de Lomas del Mirador, y Carlos Kuraiem (1956), de Virrey del Pino, entre otros. Porque además, en un momento dado, años ’90, circularon en La Matanza cuatro publicaciones literarias independientes, con ediciones regulares que se fueron  prolongando durante años y que recogían poemas, narraciones y artículos de poetas y escritores locales y de todo el país. Trataré de recordar: las ediciones "Cucaña”, publicadas en Tablada por el poeta Daniel Battilana (1962); “La Luna que…”, que desde comienzos de la década del ’80 contó con la dirección de Ricardo Rubio; el suplemento “El Angel”, fundado en 1995, en Virrey del Pino y coordinado por Carlos Kuraiem; y “Cuaderno Carmín”, que dirigí hasta 2002.

¿Cuáles son las voces de estos años cercanos?; ¿qué signos las distinguen?
– Además de los poetas citados existe un horizonte de voces conocidas y de otras que se están dando a conocer. Habría que citar a Lía Miersch, poeta de Villa Luzuriaga y autora de tres libros; “Tigre de metal” (2007) es uno de ellos. Patricia Verón (1965), de San Justo, quien ya publicó cinco poemarios; “Ladrido y Luna” (1999) y “Paloma en armas” (2007), entre otros, además de integrar el staff de “El Angel”, de Virrey del Pino. Elizabeth Molver (1969), de Lomas del Mirador, quien el año antepasado presentó su tercer libro: “Mujeres en un cuaderno borrador”. Anahí Celeste Cao (1975), hija del poeta Omar Cao, cuyo libro editado en 2011 se titula “Puente Rojo”, y “Territorio”, de edición reciente. Y María Sueldo (1980), autora de “Propia sombra” (2004) y de un poemario inédito. Ello además de Gino Bencivenga (1946), quien es también un laborioso hombre de teatro, y de Domingo de Cristófaro (1959), este último autor de “Minuciosa llovizna” (2006), ambos vecinos de Gregorio Laferrere. Y del joven poeta Víctor Cuello, de Catán, y de David Birenbaum, de Villa Celina. Aunque, por peso propio, cabe también la cita del narrador Pedro Chappa (1946), de Isidro Casanova, con una constante de trabajo, entre otros narradores que vienen difundiendo sus páginas, y que habrá que ir abordando con detenimiento, y entre los cuales es preciso referir el tiempo presente de los poetas y narradores de “Autores de La Matanza”, quienes organizan regularmente numerosas actividades. O sea: existe una trama, una historia, además de un marco de actividades, que habrá que destacar, y donde queda la evidencia de una diversidad siempre identificada con una complejidad vivencial sencilla y con una expresividad vigorosa, en cercanía siempre de la experiencia misma.

¿En qué punto, en qué circunstancia, nos encontramos?
– Nos encontramos ante un camino andado, ante un conjunto de obras en marcha, que la propia historia y la evolución del Partido indican que ya se hace necesario descubrir de modo abierto, porque revelan el potencial y la riqueza creativa de la zona, y también su propia substancia. Por otra parte, la presencia de una universidad nacional, como la Universidad de La Matanza, que entre otras cosas hizo que el libro y el conocimiento en la esfera local sustenten un punto de encuentro de profunda incidencia social. Asimismo el desarrollo y el crecimiento de La Matanza, pienso, implican una realidad cuantitativa y, sobre todo, cualitativa, con sus fuertes desafíos y sus necesarias adecuaciones. En verdad La Matanza, por cantidad de habitantes y por dinámica, obra en el país como una provincia, entre las más laboriosas y con una historia que viene, como sabemos, desde muy lejos. Este desarrollo, este crecimiento, expusieron al Partido, como vemos, ante sus nuevas realidades, como por ejemplo, por nombrar lo más notorio, el déficit del sistema hospitalario y de salud en relación a una población de más de un millón y medio de habitantes, que habrá que ir resolviendo. El tema cultura, entiendo también, no es un asunto menor, y mucho más cuando el Partido sustenta una producción cultural y artística que se viene destacando en el conjunto del conurbano, y que atañe, nadie lo dude, a su identidad, y a la completud de su cuerpo.

¿Qué hechos puntuales o momentos creés que sería oportuno mencionar?
– Los hay, indudablemente. Pero lo que sería importante destacar es la cercanía de importantes poetas que enriquecieron las letras locales con su presencia, y con sus poemas, como Luis Luchi, Elvio Romero, y Emilse Anzoátegui, quien trabajó como una buena vecina más, o ya como una hija adoptiva, entre algunos otros, y el intercambio con los poetas de Haedo, Morón y  Castelar. En fin; no es poco... 


Tomado del periódico El Nuevo Día, julio de 2014.

Vidalita, de María Elena Walsh




ME DA UNA TRISTEZA…

Me da una tristeza
este olor a nadie
tan antiguamente
pobre Buenos Aires.

Modestos silencios
suben de la calle
y son parecidos
a los hospitales.

Ante una ventana
se vuelven cobardes
bastantes humanos
hasta algunos ángeles.

En un cenicero
cabe una catástrofe.
Por ejemplo un peine
representa cárcel.

Parece mentira
pero qué desastre
es ver que las hojas
se van de los árboles.

Estas cosas pasan
cualquiera lo sabe.
Los otoños son
unos criminales.

Aquí no hubo guerra
sólo un homenaje
a frecuentes víctimas
del tango y el aire.

Hasta las paredes
se sienten culpables.
Nadie se imagina
lo que es Buenos Aires.



La Poesía de La Matanza, presente en el Suteba

Un encuentro esperado con los poetas

"La poesía de La Matanza tiene una historia", afirmó Dalter.

La convocatoria partió de la charla que el poeta Eduardo Dalter daba en el Suteba acerca de la historia de la poesía de La Matanza en el lapso 1974-2014. Este oportuno racconto poético de cuatro décadas, con sus hechos y sus publicaciones fundacionales, llenó la sala de maestros y de poetas, quienes hacia el final del evento fueron leyendo sus poemas.


La cita tuvo lugar en el salón del 3er. piso del Suteba/ Matanza, de la avenida Presidente Perón de San Justo, para la cual había convocado la Secretaría de Cultura del mencionado sindicato, bajo el anuncio de “Poesía de La Matanza, 1974-2014/ Cuarenta años de historia”.

Desde la hora anunciada, a la caída de la tarde, comenzaron a llegar los docentes y el público en general, además de algunos conocidos poetas matanceros, para atender a la exposición de una historia en la que ellos ciertamente eran los protagonistas.

Dalter comenzó diciendo que “cuarenta años en términos de historia son sólo tres o cuatros instantes, pero es el tiempo adecuado —prosiguió— como para extender una mirada y comprobar, sin más, que la poesía de La Matanza ya transitó un itinerario importante que viene a denotar también el crecimiento del Partido, inclusive en los niveles cualitativos”.

Ya en el corazón de su exposición, Dalter señaló con énfasis los dos hechos fundacionales de la nueva poesía matancera: los ciclos de recitales poéticos que organizó la Casa de la Cultura de Ramos Mejía en el otoño de 1971, donde leyeron sus poemas los jóvenes poetas Lucina Alvarez, poeta y docente desaparecida, Virginia Hansen, y el propio Dalter, entre otros; y la fundación del grupo poético y las ediciones “La Luna que se cortó con la botella”, en 1975, en Lomas del Mirador, por los jóvenes poetas Omar Cao y Hugo Salerno.

En otro momento de la charla, que el expositor fue desgranando con detalles y con una cuota medida de fervor, comparó la falta de proyección cultural del Partido, ya como política de relaciones y como horizonte, con el déficit hospitalario y de los sistemas de salud del Partido, “que tiene una población superior —remarcó— al de numerosas provincias argentinas”.

“La literatura, el arte, la cultura en general, pueden brindarle a La Matanza una proyección justa y necesaria, y una cara visible más humana y más cierta, que por otra parte el Partido ya posee, a partir de décadas y décadas de trabajo, y  que habrá que ir descubriendo con cuidado”, afirmó.

El poeta, ante un público nutrido que lo escuchaba con atención, destacó asimismo el quehacer emprendido por los poetas estas cuatro décadas, “a veces, en la mayor soledad”, subrayó. Para pasar a referirse a los niveles de calidad y de representatividad de algunas obras y de algunos emprendimientos editoriales locales, dados a luz entre Catán y Tablada.

Además de Valeria Gómez, Secretaria de Cultura, y de otras autoridades del Suteba, se encontraban entre los presentes los poetas que fueron labrando estos años la historia nueva de la poesía de La Matanza, con sus numerosos libros; a saber: Omar Cao, Patricia Verón, Raúl Pérez Arias, Domingo de Cristófaro, Lía Miersch, Gino Bencivenga, María Sueldo, Elizabeth Molver, y los jóvenes poetas Anahí Cao, Víctor Cuello, quienes cerraron el acto leyendo algunos de sus poemas.

Un evento cultural necesario, y merecido, en el corazón de La Matanza.


Tomado del periódico El Nuevo Día, agosto de 2014.



 

Grabado del acto cultural de Suteba Matanza el 11 de julio por TV Matanza Cultural.


* * La poesía de Patricia Verón * *


Lo mío es el sonido del viento
entre las chapas
las recurrentes palabras
hermanas de la noche
el transcurso del cielo,
         el paso de las nubes
esta sensación sin objetivo…

                         *



Me impongo la majestad
de mi razón
contra la tristeza.

La poesía

igual viene
por su lágrima.

                         *


No sabía con qué
ni importaba demasiado con quién;
ese día ató varios objetos
y los tiró tras su espalda.
Nada más que los pies
hacían falta.



De Mañanitas (2003)


* * Tres poemas de Eduardo Dalter * *


Nadie estuvo en sus ropas, en su patria, en sus raíces.
Un silencio de lobo avanzó y corcoveó por estas calles.
El terror derribó puertas y espió por las mirillas.
Una conmoción de muerte, de la puerta para afuera
y de los ojos para adentro, nos exilió del otro
y fuimos gente sola, de mirada huidiza, en los rincones
como las hojas tristes que los vientos amontonan.

De Estos vientos (1984)


                                                     *


Seguramente haya otro lugar
más allá de este pozo
y de este horizonte seco
y quebradizo. Un lugar
para sentirse más palpable
y que hay que edificar aquí.


De Hojas de sábila (1992)


                                       *


Un poema es una piedra

y dos de esas piedras
       no son
sino el comienzo
o parte de un camino.
Un poema es una piedra
que bien puede
       en la niebla
marcar rumbo.
Un poema en la noche
       brilla
con luz propia.


De Mareas (1997)



* * Tres haikus de Lia Miersch * *


Caen los muros

y los escombros tienen
rostros humanos.

              *


Cosido al bies

este amor de retazos
no tiene orillo.

              *


 Bajo el alero

se amontonan los perros.
Ladra el silencio.



De Tigre de metal (2007)


* * Domingo de Cristófaro - Poemas * *


Mi vieja y yo volábamos
sobre una alfombra de alegría
viernes al ocaso de compras
y a la noche
las comedias de Pacheco
juegos de palabras
en su humilde dialecto
de un pequeño pueblo
de Avellino
canciones viejas
de algún festival de San Remo.
Una máquina de coser
y a pedalear
para alcanzar el futuro
ése que nunca se parece al de los sueños.
Mi madre cocinaba  para los dioses
y ahora está cansada
pero aún espera
rodeada de fotos
y chucherías
algo que se parezca
                a la felicidad.


                       *


MINUCIOSA LLOVIZNA


Entre la escuela
y yo
este barro:
                 minuciosa llovizna
lo amasó durante horas
y mis pies
                se levantan
–pasitos cortos–
se apoyan de plano
–nada de “taco y punta”–
se hunden pero me siguen
no se clavan
en el suelo.
Rutina trivial
de frío y sueño
con la que empiezo
cada día
a ganarme el pan.



De Minuciosa llovizna (2006)




* * Poemas de Anahí Cao * *


Perfume de trigo
                             tu sexo dejó algo
que me hunde en el cielo
                     y me integra a la tierra
en posiciones de agua y de neblina…

                          *


                                   “Minúsculos movimientos
                                   de la boca y la laringe, que dicen:
                                   quiero agua…”

                                                                         Victoria Camps                

No como piedras o islas que envejecen
           sino como fogatas
           mi carne cargada de deseos conserva
                                la memoria

              el árbol extiende sombras y aromas
                   el calor consigue la unidad
                   y los huesos descienden al barro.

        A semejanza de tu lengua
        el animal desplaza su sangre

        sobre el vegetal domina otro orden
        sobre la piedra, otro equilibrio.


De Puentes rojos (2011)


* * José Enrique Paredero, un poema * *


INFANCIA Y CABRAS

                   a Miguel Hernández

Una almohada de cabras
donde la apoyadura
manifestaba el canto
en las ubres templadas,
era el goce primero
para su piel de niño
Y un “Perito de Lunas”
 al morir las estrellas
arreaba con ternura
un rebaño de sueños.

Grande era el horizonte
de su infancia cabrera
donde hilvanaba  versos,
el poeta, aún lejano,
de aquella efervescencia
heroica de la guerra.



De Caja de sueños, blog



* * Raúl Pérez Arias, tres poemas * *


Hemos padecido
tanto
que todo
nos parece
a penas el comienzo.


                   *

La impunidad
cruza tribunales
anaqueles de espera,
pasillos, sillas,
carpetas sin abrir.
Es una maravilla
contar hasta diez
y salir ileso.

                 *


CLARIDAD

La sombra
sin soledad
ni abrigo
espera otra oportunidad.


De La puerta (2014)

* * Un poema de Gino Bencivenga * *


Esta tarde
en que el  mundo
recrea efigies desde el deseo,
¿qué es esto de despertar y sentir?
El tiempo me ha puesto un cansancio
de inmediatez
y enciende luces en pleno día.

Hay una larga visión de cuerpos anclados
en la orilla de las cosas,
hombres saqueados por las injusticias
son jirones en el lugar.

Esta tarde
el aire se sostiene
en un espacio de sueños cansados.
Qué otra realidad
tiene nuestra historia
sino muertos de amor y  tierra
que fueron batallas;
a todos sirvió la luz.

Palabras del ancestro
clavadas en el odio.

Piedras sobre piedras
derrotero de los hombres.

Tras el dolor,
la palabra vuelve a cicatrizar.




De Poetas del siglo XXI, blog

* * Tres poemas de Carlos Kuraiem * *


LÍRICA

todo lo hacés bien y cantando
como si no tuvieras que cargar
con el peso de un hombre a tus espaldas
o como si llamaras a otro con tu canto



EPIGRAMA

ahora que me dejaste
prometo no reírme de los poemas de amor


De Los hilos de Ariadna (2010)


                              *


Manos distintas
sabrán unir un día
los extremos.



De La mirada y el vértigo (2014)


* * Un poema de Elizabeth Molver * *


HERRADURA VIEJA

aburrida de mi poca suerte
no planean los pájaros aquí
buscan otro cielo
como yo/
busco la verdad que no dijiste
     y todavía espero

compro el milagro de volver
con mi piel resquebrajada

cambio lo que tengo hoy
por tu gusto en mi boca

miento que olvidé tus ojos
miento tanto  / no sé
hasta cuándo

las noches que desnuda te esperé
ya ni las cuento

necesito cambiar mi suerte
ya mi herradura está colgada
alta / aferrada a tu extraña pared.




De Según los ojos (2004)

* * Victor Cuello - Sobrevuelos * *



Un pétalo del
cerezo huye detrás de
los colibríes.

                            *

se fueron todos
menos una aceituna
y un cigarro

                            *                           


gorriones en la tapia

no
esperan nada
sólo comentan
las cosas del barrio





* * María Sueldo, dos poemas * *


NO YO

yo sólo estoy aquí
en mi destiempo de siempre
dejando agarrotar mis manos
a fuerza de desaciertos
pero no
no yo
sólo vos
sembrando flores en invierno
para que mueran de frío
en las heladas
criminal, bajo la máscara…
pero no
no yo
sólo vos
yo sólo
      te dejaré
            solo.


De Propia sombra (2004)





POEMA

los caracoles mueren en el mar

una corriente helada

los arrastra
hasta la orilla

la gente adorna sus casas
con los caparazones vacíos

              ¡son tan bonitos!


De Expulsada del jardín del Edén; poemario inédito